Tengo un blog. También tengo la sensación de que esto no lo va a leer nadie, ergo puedo escribir lo que me dé la gana sin pudor. Puedo abrirme, sincerarme. Reconocer públicamente mis cositas, como que a veces vibro la pierna queriendo pa confundir al móvil.
Dudo que lo que diga pueda ser interesante para alguien. Pero para mí sí lo es, mucho. A veces me sorprendo a mí mismo con lo fascinante que soy. Me fascino demasiado. Mi fascinatez me abruma. Creo que soy un poco onanista. Onanista limpio.
Había pensado en usar este blog para tratar de ser una mijita profundo: hablar de mis emossiones, mis inquietudes, mis miedos etc. Pero ponerme intensito no es lo mío, prefiero la tontería.
-Perdone, ¿tiene menú de vegano?
-Sí
-¿Y de inviegno?